caminaba el horizonte
entre líneas de
humo
retorciendo el dolor
constante sin mar
y
sin ventana
aprovechó la ceguera
para dejarse caer
entre ladridos de cayucos
caminaba entre el mar
y los resortes de la camas
calientes
en un aplauso por saltar
el muro
caminaba la limosna
indiferente de la suerte
lunes, 27 de octubre de 2008
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