lunes, 26 de enero de 2009

MEANDRO DE OLOR PESTILENTE

navegó por mil mares
exprimió la ausencia entre suavidades acuosas
ladeando vértices
por donde la zozobra hacía hueco en el que mecerse
zambullirse por océanos
viendo a verdugos
al litógrafo
a los buenos y los malos
a los ladrones de nubes
tratando se subir desde Babel
y comer con el rey de los Nibelungos
noches donde la bruja se transforma en princesa
bicicletas en las paredes atentas al ignoto destino
vio mucho de tanto
y demasiado de la nada
sumarios sudan tras el alquitrán de la media noche
enturbiaron sus ojos
desbarató la brújula y
perdió el periplo
codició desistir entre lo pesado y lo ligero
etéreo
dejó que la marea acercarse su parca
amarrar en puerto la tormenta y
rozarse con el oleaje para fundirse en cause


del libro: ENGRANAJES

3 comentarios:

Giovanni-Collazos dijo...

Es que tú no paras. Clarisa... ufff ¿cuantos libros escribiras todo este tiempo?... que bueno, me alegro que sigas trabajando sin parar...

Un abrazo.

Gio.

Jaum"a" Vendrell (POETA A LOS 50) dijo...

poema enigmatico que me ha gustado mucho...pasaré más...un fuerte abrazo Clarisa

Gabriel Capó Vidal dijo...

zambullirse por océanos:

viendo a verdugos,
al litógrafo,
a los buenos y los malos,
a los ladrones de nubes,
tratando se subir desde Babel
y comer con el rey de los Nibelungos.
noches donde la bruja se transforma en princesa.
Bicicletas en las paredes atentas al ignoto destino.

Vio mucho de tanto
y demasiado de la nada.

Resalto estos párrafos que enuncian lo que miramos a diario... nuestras certidumbres.

Un beso.

Gabriel.